La intención de nuestra expresión en reposado es clara, mostrar otra clase de mezcal y llegar a aquellos paladares que disfrutan de destilados que llevan proceso de barrica. Esta clase de reposado es fiel a la experiencia amistosa y relajante del sabor de nuestro mezcal, sumando notas más intensas a vainilla y caramelo.
COLOR | Ámbar medio con destellos dorados.
AROMA | Ligeras notas de vainilla, agave cocido, madera y ligeras notas a humo al fondo.
SABOR | Frutos secos, caramelo y vainilla, con un retrogusto de notas herbales.
MEJOR EXPERIENCIA | Derecho acompañado de frutos secos como manzana, chabacano, dátiles, etc. También con nueces, almendras y uno de nuestros favoritos con ate de guayaba y queso manchego.
Maguey
En Ojo de Tigre utilizamos dos variedades de maguey, Espadín (Agave angustifolia Haw) proveniente del estado de Oaxaca y Tobalá (potatorum) proveniente del estado de Puebla.
Corte
Los agaves se cosechan cuando se encuentra en su punto máximo de concentración de azúcares, es decir, que el maguey está maduro.
Para el maguey Espadín esto sucede alrededor de los 8 años y para el maguey Tobalá a los 12 años.
Durante la cosecha se cortan las pencas y se queda el corazón del agave que comúnmente se conoce como “piña”.
Cocción
Debido a que somos un mezcal artesanal, la cocción en Ojo de Tigre, se hace en un horno cónico de piedra bajo tierra.
Para calentar el horno, se utiliza madera de pino y encino en conjunto con piedras volcánicas.
Una vez que el horno está a temperaturas muy altas, se colocan las piñas dentro y se tapa con petate, pencas y tierra, con una estancia en horno aproximada de 6 días.
Molienda
Una vez que las piñas han terminado el proceso de cocción, son destrozadas con un machete y molidas con una tahona.
La tahona es una piedra volcánica en forma de rueda que a su paso va destrozando las piñas, exponiendo los azúcares cocidos del agave.
A través de este proceso, Ojo de Tigre mantiene vivas las tradiciones de cada una de las regiones de donde proviene nuestro mezcal.
Fermentación
Una vez molido el agave cocido, se lleva a las tinas de fermentación.
Nuestras tinas son de madera y las levaduras utilizadas son las que se encuentran en el ambiente, este tipo de fermentación se conoce como como fermentación natural o salvaje, al no agregar levaduras cultivadas.
El tiempo de este proceso dependerá de la época del año, ya que si el clima es más cálido las levaduras trabajan más rápido con un estimado de 6 a 10 días, mientras que en épocas de frío este proceso puede tomar hasta 20 días. Una vez fermentado tendremos nuestro “mosto” o “tepache” listo para la destilación.
Destilación
Después de la fermentación, el “mosto” se deposita en alambiques de cobre, donde se hace una doble destilación.
Mezcla
Una vez que contamos con nuestros dos destilados: Espadín de Oaxaca y Tobalá de Puebla, nuestra maestra destiladora, Guadalupe García, se encarga de hacer la mezcla entre los dos mezcales.
Reposo
Nuestro mezcal permanece 5 meses aproximadamente en barricas de roble americano que previamente añejaron bourbon, es decir, utilizamos barricas de segundo uso.
Envasado
Una vez teniendo el añejamiento es envasado y etiquetado a mano, listo para ser distribuido.